Nadie duda de que el presente, y no solo el futuro de la automoción, pasa por la electrificación del vehículo. La penetración de los coches eléctricos es imparable, y así lo reflejan los datos de matriculaciones del año que acabamos de despedir.
En 2021, los canarios compraron 1.469 vehículos eléctricos puros, hablamos únicamente del mercado de turismos y todoterrenos, lo que supone un 90% más de las ventas que se registraron el año anterior (2020). El resto de sistemas de propulsión electrificados, también crece en todas sus modalidades: híbridos, híbridos enchufables (gasolina o diésel), mild hybrid, y lo mismo ocurre con los vehículo propulsado por gas (GLP y GNC).
No se trata de una tendencia, la electrificación es la norma y así lo deja claro la Unión Europea que ya ha puesto fecha de caducidad al vehículo de combustión. Será en 2035. Sin embargo, Canarias se aleja de la norma y el de gasolina sigue siendo el coche más vendido en el archipiélago. De los 36.533 turismos y todoterrenos que se vendieron el año pasado, casi el 70% fueron de gasolina, un total de 25.288 unidades, un 10,36% más que en 2020.
La escasez de puntos de recarga sigue siendo el principal freno que afronta la descarbonización del parque móvil. Un estudio realizado por Faconauto y Anfac, sostiene que Canarias debería contar con 14.800 electrolineras antes de 2030, para cumplir con los objetivos que establece Europa. Y en segundo lugar, el precio de los coches eléctricos sigue siendo un 25%-30% más caro que el coche convencional.
“En Francia, Holanda o Alemania, el cliente recibe las ayudas de manera inmediata, aquí tenemos que esperar hasta nueve meses por las subvenciones del MOVES”, sentencia el presidente de Faconauto Canarias, Manuel Sánchez.