España cuenta en la actualidad con 2.152 concesionarios, según los datos de la patronal española Faconauto. En total, aportan un 3,1% al PIB nacional generando 161.500 empleos directos y 500.000 indirectos. Además, son puestos de trabajos estables: el 90% de los contratos son indefinidos y el 80% de los empleos son de alta cualificación.
En Canarias, el negocio que generan estos establecimientos representa el 3,3% del producto interior bruto (PIB) de la Comunidad Autónoma. De esta industria dependen cerca de 7.000 empleos directos en el archipiélago, además de otros 20.000 indirectos, según datos de Aconauto Canarias, la patronal de los concesionarios en las islas.
La aportación económica al PIB se debe, fundamentalmente, al IVA. Según Faconauto, el Estado ingresa 5.976 millones gracias a este impuesto. Además, se añaden 616 millones del impuesto de matriculación y 1.380 millones de las aportaciones a la seguridad social.
La facturación de los concesionarios se mantuvo estable durante 2019, estabilizada en 43.073 millones de euros a lo largo del año. De ese total, el 72,1% se obtiene gracias a la venta de vehículos nuevos; el 17,5% al mercado de ocasión; y el 10,4% al taller. En Canarias, los concesionarios de automoción facturaron el año pasado 708 millones, un 19,8% más que en 2018.
Este año, las cosas serán más complicadas. Sobre todo en las islas. Las matriculaciones de turismos y todoterrenos durante el mes de julio en Canarias descendieron un 48,49 % con respecto al mismo mes de 2019, en total 3.556 ventas. Fue el peor dato de toda España. De hecho, la media nacional es positiva, con una subida en julio de un 1,1%. “Canarias continúa sin tener un Plan Moves propio, como sí han hecho otras comunidades autónomas, como País Vasco y Navarra, donde precisamente se ha detectado un aumento de ventas y demanda”, según aseguró a principios de mes Manuel Sánchez, presidente de Aconauto Canarias.